jueves, 13 de septiembre de 2018

Un fin de semana en Buenos Aires

Ester es mi diario de viaje de un fin de semana del mes de julio en la ciudad de Buenos Aires...

El viernes me fui a pasar el fin de semana en Buenos Aires. 

No es mi primera vez en la capital de Argentina, y siempre trato de hacer algo diferente, pero repetí la experiencia anterior de quedarme en el barrio de San Telmo, un lugar que me había gustado mucho cuando fui allá por Septiembre*, por su gran similitud con la parte más antigua de Montevideo; de hecho es uno de los barrios también más antiguos de Buenos Aires, y de igual manera recibió varias oleadas de inmigrantes europeos durante los siglos XIX y XX, como la Ciudad Vieja y el Barrio Sur, así que tiene su lógica que se parezcan tanto, pero lo mejor es que se haya conservado bastante bien desde esa época con lo cambiante que es Buenos Aires.

Viernes

Llegué por la tarde, dejé el bolso y directamente me fui a la Peatonal Florida porque tenía que cambiar algo de plata para moverme y también quería comer algo; me sumergí en esa masa impresionante de personas que siempre transitan por allí; caminé unas cuadras siempre con esa cadencia del "cambio, cambio" de los arbolitos* de fondo. 

*Los arbolitos son personas que te cambian diferentes divisas de manera informal en la calle, muchas veces te hacen un mejor precio que las casas oficiales de cambio. 



Habíamos muchos extranjeros, parejas que se sacaban fotos dándose un beso, o amigos abrazados entre si, y el portugués que se hacía notar entre el murmullo humano constante; muy limpias las calles, mucho más que las veces anteriores en las que había cruzado el río, y la gente abrigada en exceso para la temperatura que había, por lo menos en Montevideo esa mañana hacía mucho más frío, quizás la ola polar que estaba anunciada para el Río de la Plata todavía no tocaba esta orilla, "mejor!" pensé, un respiro. 

Creo que dormí en una posición no del todo buena en el viaje y el hombro derecho me dolía un montón, trate de no pensar en eso y disfrutar el paseo.





Por la noche no hice nada, quería descansar para el día siguiente y me puse a leer un libro que antes había encontrado en la librería "El Ateneo" de la peatonal: "Severi en línea", una genialidad del caricaturista argentino Marcos Severi, ¿se puede ser tan gracioso y al mismo tiempo tan trágico y dramático?, pues este señor es la prueba viviente de que sí; acá les dejo algunas de sus ocurrencias que transmiten mucho en pocos trazos y menos frases; se me cruzaba Mies van der Rohe en cada página que pasaba,"menos es más", que lo parió!:





Bien por Severi, hoy en día que estamos acostumbrados a la grandilocuencia en todo, es un alivio para la mente encontrar algo así.

Sábado

Un día espectacular, ni una sola nube en el cielo, frío si, pero soportable, yo seguía con dolor en el hombro..., hoy juegan Alemania y Suecia, así que me puse a buscar algún lugar donde ver el partido, debía haber alguna pantalla por algún lado, así que le pregunté a un mantero si sabía dónde ver el partido, me dijo en un español con acento francés que había una en la plaza San Martín. 

-Vos no sos argentino, verdad?- me preguntó,.. "y vos tampoco pensé yo" pero no se lo dije. -No, soy uruguayo, de Montevideo-le respondí.
-Ah! del presidente más pobre del mundo, que buena filosofía de vida tiene ese señor- me contestó
-Si, si, de ahí mismo - le dije, riéndome ( será que la fama de Mujica nos precede a cualquier uruguayo? ).
Y vos de dónde sos?-le pregunté
Era de Guinea Ecuatorial.
Le pregunté si era de Malabo y se hizo un silencio, nunca había visto a alguien abrir tanto los ojos, y con vos de incredulidad me preguntó si conocía Guinea.
Le dije que no pero que algo sabía de su país, y la verdad es que había hecho un post sobreGuinea Ecuatorial hace algún tiempo, el país africano que habla español, aunque no era el caso del mantero que era de una región donde el idioma predominante es el francés.
Me quedé un rato hablando con el flaco que después del primer intercambio cambió el trato completamente. 
Tenía curiosidad por mi país, así que hablamos bastante sobre cómo era la vida allá; quería saber si era cierto que en Montevideo había un barrio que era sólo de negros, me reí con eso, le contesté que no, que sí hubo un barrio así, en realidad dos barrios combinados que fueron el barrio Sur y el barrio Palermo donde se concentraba la población negra en Montevideo en el tiempo de la colonia y quizás un poco más acá casi rayando el siglo XX , pero que eso ya no era así, aunque se mantengan algunas tradiciones como el candombe y el desfile de llamadas en febrero. 

Bueno resulta que Jayson ( o al menos yo le entendí que se llamaba así) además de trabajar como vendedor estudiaba en la UBA, filología, hablamos un rato largo, fue agradable conmigo, no tenía por qué serlo, en realidad el estaba laburando y yo jodiendo, se notaba que había estudiado un montón, además tenía una visión clara de la realidad política del continente, hablamos de nuestros presidentes, de nuestras crisis, de nuestra imposibilidad de salir adelante siendo tal vez el continente que más riqueza tiene del mundo y la gran semejanza con África en ese sentido, ¿cómo derivamos en semejante intercambio de pareceres? no se, re loco que una simple pregunta te lleve a más de media hora de charla. 


"Em frente à casa havia uma mesa posta"- Un fragmento del cuento Alicia en el país de las maravillas pero en portugués.



Ya en la Plaza, me dirigí directo a la pantalla gigante; estaba ubicada en un terraplén, hacia Av del Libertador, que ofició de anfiteatro; la gente sentada en el pasto; qué buen marco tiene! , atrás la Torre Monumental, homenaje de los británicos a los 100 años de la Revolución de Mayo, y a la derecha el grandioso Kavanagh, un ejemplo exquisito del Art Decó bonaerense, y el edificio que desbancó al Palacio Salvo como el más alto de América del Sur en el año 1936.



El partido de Alemania - Suecia, ¿bueno qué decir? , Alemania dejó mucho que desear, esperaba más del último campeón del mundo, aunque fue un partido emocionante de todas maneras, más en el segundo tiempo.

La indignación generalizada de los presentes fue cuando faltaba poco para terminar el primer tiempo, un Boateng desconocido que había caminado por el verde del Fisht Stadium hasta el momento, cometió un penal que todos vimos, menos los jueces y el "infalible" VAR, igualmente terminó expulsado casi terminando el segundo tiempo.



Con diez hombres, Alemania sufría aún, empatando 1-1 con los escandinavos, estaba quedando afuera del mundial, pero Kross salvó la jornada y a su selección. 

El muro que canta



De la plaza bajé a Puerto Madero, caminé a lo largo del paseo por el Río Dique; lindísimo la verdad, a la vera del agua la gente paseaba tranquilamente caminando, sacándose fotos, patinando ó corriendo, varios cafés y restaurantes se sucedían uno tras otro; la zona tiene una red de callecitas internas que fueron nombradas en honor a mujeres notables de la cultura y la política argentina; aparecen allí por ejemplo el nombre de Pierina Dealessi una actriz italiana nacionalizada argentina, íntima amiga de Eva Perón; Olga Cosettini, rosarina ella, y que fue una maestra que cambió la educación para bien, evitando los castigos como método de enseñanza; Juana Manso, una maestra, pionera del feminismo en Argentina, Brasil y Uruguay, perseguida por el gobierno de Juan Manuel Rosas.



La gran salteña y de una vida super interesante digna de una película hollywoodense: Macacha Güemes, una luchadora incansable, y madre de la independencia argentina se podría decir. 
Hermana del Gral Martín Miguel Güemes; ella se hizo cargo del ejército de los gauchos cuando su hermano estaba luchando. A pesar de haber pertenecido a la clase alta, tenía un excelente trato con los peones de sus haciendas, de quienes consiguió lealtad y respeto, éstos después serían integrantes de su ejército, apodados "los infernales". 


Es lindo encontrarse con la bandera de uno en otro país


Otra importante... muy importante, Alicia Moreau, una médica y política británica pero que hizo toda su vida en Argentina y defensora acérrima de los derechos de la mujer, que ya en 1932 había redactado un proyecto de ley para el sufragio femenino, que se concretó 15 años después, en 1947, su padre, Armand Moreau, fue un revolucionario francés que participó de la Comuna de París, hasta los 100 años estuvo en actividad, admirable la señora, una vez le preguntaron «¿Qué le gustaría que le escribieran en su epitafio?», a lo que respondió: «Aquí yace una gran luchadora contra molinos de viento», otra vida digna de una película.



La ecuatoriana Manuela Saénz, otra grande, tal vez la única extranjera que no vivió en Argentina, en este paseo también tiene su calle y su escultura, compañera de Bolívar al cual le salvó la vida en Bogotá, y lo acompañó hasta su muerte, San Martín la nombró caballeresa al tomar Lima. Considerada heroína y luchadora por la independencia del Reino de España.


Estatuilla de María con Jesús, atrás el Puente de la mujer, obra del arquitecto valenciano, Santiago Calatrava


Otras notables que aparecían en el nomenclátor del lugar: La pintora Raquel Forner, la escritora Marta Lynch , la médica Julieta Lanteri, la pedagoga Rosario Vera Peñaloza, la médica Petrona Eyle, la escultora Lola Mora; Azucena Villaflor, unas de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo; Aimé Painé quien fue una cantante mapuche y tehuelche, que se dedicó a la difusión de la cultura de los pueblos originarios de la Argentina. 

En esta serie donde la formoseña Charo Bogarín, la cantante de Tonolec encarna a Aimé Painé, se cuenta la historia de su vida, además se muestran los impresionantes paisajes de las provincias de Río Negro y Neuquén, con una calidad fotográfica que conmueve verdaderamente.



Oscurecía, bueno en verdad eran las 18hs, pero ya sabemos que en el invierno los días son cortos, así que me fui caminando hasta el apartamento, con mi dolor de hombro a cuestas, a esas alturas creía que perdería el brazo derecho definitivamente. 

Quince minutos después la silueta del paisaje urbano había cambiado completamente, dejé atrás los grandes edificios acristalados de la costa para bajar a la escala de lo que en arquitectura se denomina como casas stándard, las casas patio de principios del siglo XX; San Telmo me hace acordar tanto a Montevideo que es como caminar por la Ciudad Vieja, es raro y gratificante a la vez; mientras trataba de ubicarme iba pensando en un libro que leí hace poco que se llama "El Síndrome de las ciudades hermosas" y como cada uno tiene en su cabeza estructuras de cómo sentir las ciudades, la relación con los edificios, el material del que están hechas las calles, las formas de las ventanas y las puertas, el recorte que las cornisas le hacen al cielo, nocturno, en este caso, esos recuerdos que te dicen si estás en un lugar extraño o no. 

Bergoglio, Gandalf y Gulliver, tres en uno.

Absorto en mi divague me llamó la atención una casa que estaba iluminada con una lamparita incadescente bastante potente para su tamaño, y un cartel que sobresalía de la pared colgado de una madera por dos cadenas, que rezaba "Casa de telas" al estilo de fileteado, que es algo tipicamente porteño y que cada vez se ve menos, un estilo de pintar carteles verdaderamente bellísimo; nunca había estado en una casa de telas, ni sabía para qué estaría pero me mandé de una, ni bien entré el olor a incienso me golpeó, un mostrador al fondo de todo sin nadie, las paredes casi no se veían, del piso al techo tapadas por una diversidad enorme de rollos de tela grandes, muy grandes, estibados en soportes de madera, en algún orden que no podía entender, era como un gran colchón, me dio envidia un gato overo que estaba acostado todo a lo largo de uno de los rollos, ya quisiera yo estar así de cómodo, pensé; el gato entreabrió los ojos, me miró, se estiró a más no poder y los volvió a cerrar, cero stress el animalito, moraleja; nunca dejes a tu gato de guardia; llegué al mostrador y golpeé las manos, del fondo de todo siento que se abre una puerta y se cierra inmediatamente después, pasos pesados resonaron sobre el piso de madera, aparece un hombre alto, pero alto mismo, cuando llegó a mi, caí en la cuenta que me sacaba como dos cabezas, estoy en Liliput, sólo que yo soy el liliputiense, y enfrente de mí estaba "Gulliver", el vendedor de telas, era una mezcla entre Gandalf, de viejo canoso de pelo medio largo y barba y Bergoglio, con voz suave y pausada me saludó; ahora entendía la disposición de los rollos, sólo esa persona podría haberlos puesto allí sin ayuda de ninguna escalera. Qué le iba a decir?, no tenía ningún interés en comprar telas, sólo había entrado no sé por qué locura mía, así que me retrotraje a mi anterior situación y le pregunté si me podía guiar ya que estaba perdido, una verdad a medias pero servía para justificar mi intromisión de puro chusmeta en su local. 



Con toda la paciencia del mundo me indicó dónde estaba y cómo podía hacer para llegar a mi calle, naturalmente salió el tema de "de dónde era", lo que al decirle que era de Uruguay se le iluminó la cara, y empezó a contarme que cuando era chico iba a vacacionar todos los veranos a Piriápolis con su familia, y que tenía los mejores recuerdos de esa época, hablamos largo rato, otra vez el trato más que amable de un desconocido total y la segunda vez en el día que me pasaba algo así. 

En un momento dado la conversación dio un plot twist y se volvió bastante poco convencional tirando a filosófica, resulta que este señor tenía una concepción de la realidad bien especial, y bueno no me voy a poner a ahondar en detalles pero entre muchas cosas hablamos de Nikola Tesla, de la energía libre, de un posible y necesario salto evolutivo para la humanidad, de la forma real de nuestro planeta, de cómo muchas veces la información de la cual disponemos no es la verdad, o si lo es, de que hay cosas que son ciertas y las otras que las rebaten, también pueden serlo, de la partícula mínima, del origen del hombre y su propósito como raza, de las limitaciones del ser humano para percibir el entorno que lo rodea; el que haya ido tanto a Piriápolis de pequeño le había despertado interés por el lado místico del mundo y sus grandes misterios, y bueno varias cosas locas más, que para mi eran super interesantes; a veces algo que no sea lo cotidiano te hace reflexionar en tus propias creencias; me despedí del extraño Gulliver, no sin antes recomendarme un libro para que leyera: El despertar de la Inteligencia de Krishnamurti, cuando me lo dijo ese nombre me sonaba de algo, y es que hace años había visto una película en la cual este personaje aparecía, pensaba que era una invención del cine pero no. 

Reloco todo, el haber entrado a esa tienda, el haberme encontrado con semejante personaje y que me haya hecho pensar bastante y compartir lo que yo pienso de diferentes temas sin ningún compromiso ni miedo al ridículo, no es algo que se de todos los días.

Domingo

Último día, madrugué para aprovecharlo mejor, agarré la cámara y me fui a caminar por las cercanías, me entretuve bastante sacando fotos de grafittis y murales, que hay pintados en las fachadas de los edificios de la zona; por lo general no nos detenemos a ver el arte urbano, y mucha gente piensa que eso no se puede considerar arte, y lo reduce a simple vandalismo, bueno, a veces lo es, pero no en todos los casos; si te ponés a mirar con atención lo que está frente a vos, te das cuenta que encierran un mensaje, a veces político, a veces una denuncia social, otras veces reflexiones, mensajes positivos y de los otros también, y están los que rememoran personajes o hechos históricos de la comunidad local y global; el arte urbano habla más de la gente que habita las ciudades, que lo que la gente mismo te pueda llegar a contar sobre sí mismas o la historia de su lugar.




El mensaje que disparo, estudie sus lecciones.
No se conforme con menos, hasta un genio carga sus propias dudas.
Sea agradecido por las bendiciones, nunca cambie mantené tu esencia.
El poder está en el pueblo y la política a todos nos afecta.
Siempre da lo mejor de tí, no dejes que la presión te haga entrar en pánico,
y menos cuando los sientas perdido y nada salga como lo planeado,
Mantenéte frío y la cabeza siempre en alto.












Oscar Natalio Bonavena, más conocido como Ringo, fue un boxeador argentino de peso pesado.
La banda beat uruguaya, Los Shakers fueron los músicos del boxeador en un disco grabado por este último. Contenía cuatro canciones compuestas por el boxeador. Entre ellos se encuentra el clásico tema de primavera Pío pío pa, Se fue, Larilá Som Som y Señor López
Las Pastillas del Abuelo, tiene un disco en su honor: El Barrio en sus puños.
La banda de rock argentina Massacre tiene un disco en su honor: Ringo , que incluye la canción "La Virgen del Knock Out".
La banda de metal pesado argentina Almafuerte, hace referencia a él en la canción titulada "Aguante Bonavena".
En el videoclip de la canción "Folky" de Kevin Johansen, se puede ver al Pity Álvarez, vistiendo una remera de Ringo Bonavena.
La banda de punk rock Superuva hace referencia a él en la canción titulada "No soy Ringo Bonavena"
El cantante y compositor Alejandro Bettinotti, escribió una canción inspirada en él: "Cuando suena el ring".
También filmó dos películas actuando como el mismo, una de ellas es

link: https://www.youtube.com/watch?v=u3Cy3SL-Y58.



En mi casa soy turista, en el mundo me siento en casa.


El Museo Argentino del Títere, en la calle Piedras 905, se encuentra en lo que fue la casa natal de la artista Mané Bernardo, una pionera en el teatro de títeres en la Argentina.



Pablo Ruarte





El Eternauta, personaje del cómic argentino, la trama se centra en una invasión alienígena a la Tierra mediante una tormenta de nieve tóxica que acaba con la mayor parte de la población, y la resistencia de la población de Buenos Aires. Su protagonista es Juan Salvo, el Eternauta, quien narra la historia al guionista Héctor Germán Oesterheld, el dibujante fue el gran Francisco Solano López.

La historieta es considerada entre las más importantes del país y de Latinoamérica.






Semillas libres, la lucha de las personas contra las licencias de corporaciones sobre las semillas.

Su objetivo es la protección y difusión de las semillas libres, nativas, criollas, campesinas, orgánicas, patrimoniales, de importancia cultural o ecológica.



El 29 de mayo de 2013, Laura Iglesias fue violada y brutalmente asesinada en Miramar. Ella era trabajadora social, el crimen conmocionó a la sociedad y se convirtió en un icono para el movimiento contra los crímenes de género y los riesgos laborales al cual muchas mujeres están expuestas, es un gran problema que tenemos todos los países en nuestra región.



Estatua de Edmundo Rivero, cantante, guitarrista y compositor de tango argentino.



Aníbal Troilo, fue un bandoneonista, compositor, director de orquesta de tango argentino.


El inolvidable Don Manolo, personaje de la historieta argentina "Mafalda" del gran Quino, quien basó este personaje en un almacenero de la época Haroldo Conti.

"Al único presidente capaz de demostrarnios que todo eso que nos enseñan en la escuela puede ser verdad" homenaje de Quino a Raúl Alfonsín.





Durante la década del 30 Don Benito Costoya comenzó a demostrar las habilidades de las aves guiadas con su silbido en la Plaza de Mayo. Llegó a teñirlas con anhilina para los festejos patrios y participó de muchas celebraciones con su espectáculo. En julio de 1937 murió, y muchas de sus palomas se instalaron en la Plaza, y hoy forman parte del paisaje de la ciudad.







Este mural hace referencia al escritor Manuel Puig y su magistral novela "La traición de Rita Hayworth"











Cecilia Grierson, la primer médica argentina.

"Había imaginado este día en mi mente, se que podemos lograrlo todo"

A principios de abril de 1886 la ciudad de Buenos Aires tuvo una epidemia de cólera, ella viendo la necesidad de formar enfermeras escribía por ese entonces:

"Los días agotadores pasados en la casa de Aislamiento me hicieron concebir la idea de educar a enfermeras, puesto que no había quien respondiera a las necesidades de los enfermos. El mejor medio de proporcionar alivio a los que sufren es colocar a su lado personas comprensivas, afables y capacitadas que puedan colaborar con el médico en la lucha por recobrar la salud"






Entre cuadra y cuadra me metía en la feria que se arma en San Telmo los domingos; estaba un rato y salía, mucha aglomeración de gente no me gusta; en una de las esquinas veo una señora asiática que ofrecía masajes, así que le pregunté si servían para el dolor de hombro que tenía desde que llegué a Buenos Aires el viernes, me dijo que sí, así que me hizo sentar en una banqueta y empezó a presionar diferentes puntos en mi mano derecha y luego en la izquierda, me dolía un montón lo que me hacía, así que le empecé a hablar como para distraerme, le pregunté si hacía mucho tiempo que estaba en Argentina, de dónde era originalmente, me dijo que era de Changshá, pero que había vivido 4 años en Estados Unidos también, "Ud no es argentino" me dijo, a estas alturas ya sospechaba que llevaba un cartel en la cabeza que decía =EXTRANJERO=, todas las personas que me encontraba y hablaba un ratito ya me sacaban la ficha de que no era de ahí. 

Creer o reventar, cuando me despedí de Lidia, así era el nombre de la señora, ya no me dolía el hombro y podía moverlo sin ningún problema, de tan feliz que estaba ni la montonera de gente me molestaba más.



Mercado de San Telmo - 1897

Este mercado se construyó a fines del siglo XIX, es unos 30 años más nuevo que nuestro Mercado del Puerto y más o menos de la misma época que el Mercado de la Abundancia (1904) y el Mercado Agrícola de Montevideo (1906), como estos, también tiene un techo de vigas de hierro que rematan columnas y pilares del mismo material, cerrado por chapas y claraboyas de vidrio; el edificio se compone de una planta rectangular de la cual salen dos brazos con entradas propias a otras dos calles. 



Entrada Principal


Tiene cuatro claraboyas y una cúpula octogonal central que le da una iluminación natural espectacular. Se le nota un poco de deterioro, pero para tener 121 años se mantiene bastante bien la estructura original.



Allí venden frutas, verduras, carne, pescado, y combinado con eso varios locales de antigüedades, cafés, restaurantes y tienda de especias. 



Ya me quedaba poco, después de haber almorzado en el Mercado de San Telmo me fui a dar una última vuelta a la peatonal Florida.


https://www.instagram.com/chispart_powercolor/?hl=es-la

Capos...



Quería cambiar los pocos pesos argentinos que me quedaban, así que me fui directo a las Galerías Pacífico; que maravilla ese edificio.

Se inauguró en el año 1894, para las tiendas parisinas Au Bon Marché, ahora es un centro comercial del Grupo Sutton Dabbah, que lo restauró en 1992; tiene una rica historia, allí funcionaron el Museo Nacional de Bellas Artes, la Academia Nacional de Bellas Artes y la administración de la empresa Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, de donde toma su nombre actual; también en su sótano tuvo lugar un centro clandestino de tortura de la junta militar que gobernó Argentina desde 1976 a 1983. 

Funciona en el piso superior el Centro Cultural Borges.



Así que este edificio tiene mucho para contar; en este caso me voy a detener en los increíbles murales de las paredes interiores de su cúpula, realizados entre 1945-1947, por los más renombrados pintores argentinos (Antonio Berni , Juan Carlos Castagnino, Lino Spilimbergo y Demetrio Urruchúa) y el pintor gallego Manuel Colmeiro Guimarás.



Antonio Berni, la germinación de la vida ayudada por el sol, contraposición de símboloes que representan la vida y la muerte, el descanso y el trabajo, el cielo y la tierra.



Juan Carlos Castagnino, un mundo donde reinen las ideas vinculadas con la vitalidad, la alegría, la generosidad, la abundancia, y la felicidad. El artista pone al hogar como fuente para crear la armonía política y social.



Lino Spilimbergo, "el dominio de las fuerzas naturales".



Últimos minutos en Buenos Aires - "El iceberg y la cascada" 

Mientras el Silvia Ana todavía estaba aprontándose para partir hacia Uruguay, unos padres que se habían sentado delante de mí, se divertían asustando a su pequeña hija en lo que parecía ser su primer viaje en barco, -"Y nos vamos a cruzar con un iceberg,... y la cascada, ¡qué brava la cascada!" le decían, en eso suena la voz del capitán en el altoparlante anunciando la partida, -"...navegaremos a una velocidad de 40 nudos..."- esta parte del anuncio les sirvió aún más para seguir con el juego: -"40 nudos!!! qué peligro!!!", la chiquita tenía la preocupación marcada en el rostro y en voz exaltada reclamaba por el cinturón de seguridad, -"hay que avisarles que nuestros asientos no tienen cinturón, yo me quiero bajar, así yo no quiero viajar", al final desistieron de la improvisada tortura en duo y la calmaron diciéndole que era una broma, los tres se rieron, la chiquita de alivio y los padres por haber fingido seriedad durante tanto rato. 

Frente a mi ventana estaba el edificio del Yacht Club Argentino, obra de un afamado arquitecto de fines del s. XIX y principios del s. XX, Eduardo Le Monnier; mil veces lo había visto antes, y como no verlo si le da un remate espectacular a la dársena norte; pero esta vez se me ocurrió hacer un bosquejo rápido en mi libreta de apuntes; hasta ese momento no había dibujado nada en este viaje, por el dolor en el hombro que me curó la china, y es algo que siempre hago; tengo la idea que si no lo dibujo no veo las cosas en realidad, ( todos tenemos nuestros TOCs ).



La verdad no sé si está abierto a todo público, pero debería, ya que es un hermoso edificio, de una morfología muy particular, faro incluido, con un gran protagonismo en la rivera bonaerense y que ha visto pasar mucho de la historia de Argentina; incluso existe desde antes de que el país hermano fuese tal y como lo conocemos hoy en día, desde Tierra del Fuego hasta Jujuy.

Ya llegando a Montevideo, una pantalla de información mostraba la temperatura en el exterior, 3°C, qué se le va a hacer! , al fin y al cabo estamos en pleno invierno; el guarda me alcanzó el bolso y me fui chiflando bajito para casa, a dormir unas horitas, que mañana hay que laburar.

FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario